En Remosa, nos enorgullecemos de ofrecer soluciones de vanguardia en aislamiento térmico, destacando nuestro Sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior). Este innovador sistema es esencial para quienes buscan mejorar la eficiencia energética y el confort térmico de sus edificios, tanto en obras nuevas como en proyectos de rehabilitación.
El Sistema SATE consiste en la aplicación de un material aislante adherido al exterior del muro mediante fijación mixta (adhesivo y fijación mecánica). Este método previene la aparición de puentes térmicos, mejorando significativamente la inercia térmica del edificio y, en consecuencia, la habitabilidad y el confort interior. Aislar térmicamente la fachada por el exterior no solo mejora la eficiencia energética, sino que también reduce considerablemente las pérdidas de energía, lo que se traduce en un ahorro económico significativo.
La preparación del soporte es crucial para el éxito del Sistema SATE. Se debe asegurar que la fachada esté limpia, nivelada y libre de fisuras. En Remosa, analizamos cada superficie para determinar las reparaciones necesarias y garantizar una base adecuada para la instalación del aislante. Los soportes pueden variar desde ladrillo cerámico hasta paredes de mortero, y nuestra experiencia nos permite elegir el material aislante más adecuado para cada caso, ya sea poliestireno expandido (EPS), poliestireno extruido (XPS) o paneles de lana mineral.
Antes de colocar las placas aislantes, se instalan perfiles de arranque en la parte inferior de la zona a revestir. Estos perfiles proporcionan un punto de inicio uniforme y una barrera contra la humedad. Es fundamental respetar un zócalo mínimo de 15 mm para evitar la transmisión de humedad por capilaridad.
Las placas aislantes se adhieren al soporte con un adhesivo y se refuerzan con fijaciones mecánicas. En Remosa, utilizamos técnicas específicas según el tipo de aislante, asegurando una aplicación precisa y eficiente. Las esquinas y puntos críticos se protegen con perfiles metálicos y esquineros con malla para garantizar la durabilidad y uniformidad del sistema.
Una vez colocadas las placas, se aplica una primera capa de mortero (capa base) de 1 a 2 mm de espesor. Sobre esta capa se coloca una malla de fibra de vidrio que se integra mediante presión. Después de que el mortero base se seque, se aplica una segunda capa, alcanzando un espesor total de aproximadamente 4 mm. Este proceso asegura una superficie lisa y preparada para la imprimación y el revestimiento final.
Tras aplicar la imprimación para uniformar la absorción del mortero y mejorar la adherencia del acabado final, se procede al revestimiento, que puede incluir una o varias capas adicionales para aumentar el aislamiento. Finalmente, se aplica un revoco de acabado o un aplacado que puede ser de ladrillo, cerámica, piedra, entre otros materiales.
El Sistema SATE de Remosa no solo optimiza la eficiencia energética y el confort térmico de los edificios, sino que también representa una inversión inteligente en sostenibilidad y ahorro a largo plazo. Nuestra dedicación a la calidad y la satisfacción del cliente nos impulsa a seguir innovando y ofreciendo soluciones personalizadas para cada proyecto.